Aprender es una acción estimulante de todos los sentidos y de los procesos mentales cognitivos y emocionales. Estoy creciendo, disfrutando y desarrollando habilidades de aprendizaje a distancia, destrezas cognitivas y actitudes mentales positivas, haciéndolo concientemente y eficazmente.
Inicié este reencuentro con la academia teniendo tiempo, recursos, experiencia profesional, gusto por la tecnología y los libros, así como deseos de comparar mis habilidades con las exigencias de un programa académico de maestría. Reencontrarme con el estudio sistemático me ha resultado placentero emocionalmente y hasta ahora no he encontrado retos explícitos que pudieran poner en peligro mi decisión de conseguir el grado académico.
Acabé con el mito personal –tal vez por ello muy íntimo y propio- de que sabía mucho sobre procesadores de texto y búsqueda en Internet. Las lecciones me han servido para asumir una actitud más humilde para evaluar mis niveles objetivos de conocimientos y habilidades.
Siempre he creído que soy creativo en la escritura y que tengo un nivel aceptable en términos de redacción. Escribía sin guión, sin esquemas, sin un plan previo. Con las enseñanzas del Propedéutico me he dado cuenta que puedo potenciar mis capacidades de redactor aplicando algunas herramientas de planeación de un escrito a través de los bocetos de un escrito.
Nunca hice una tesis o tesina. La primera vez, me gradué con un Informe Recepcional y la segunda ocasión, además del promedio general superior a nueve durante la carrera, presenté una recopilación de ensayos para obtener la licencia de economista. Un par de veces participé en certámenes de ensayo y trabajos de investigación, en ambos fracasé, ahora descubrí por qué. Tenía instinto y ganas de escribir, pero carecía entonces de auténticos parámetros metodológicos para darle la trascendencia académica a mis textos. Hoy sé que es necesario seguir algunas normas, lineamientos que asimilé del análisis del texto académico y a través de los cuales comprendo cuál es la importancia de marcos teóricos y referenciales, la trascendencia de la intertextualidad, la forma de plantear los problemas y las aristas para escribir con el fin de lograr excelencia académica.
Mirando hacia el horizonte de los próximos dos años visualizo retos muy claros, esto son: cubrir los créditos de la maestría y simultáneamente iniciar mi investigación para configurar el trabajo que habrá de coronar el esfuerzo y los logros que nos impone el programa del CECTE.
En la parte emocional requeriré de mantener motivadamente mi interés en el curso y comportarme investigadoramente en la elaboración de mis ensayos, en especial, el que constituirá la evidencia que da cuenta del nivel exigido al maestro.
Memorísticamente, habré de mantener en el plano consciente las cualidades que definen al buen pensador crítico y al pensador fuerte y justo; asimismo, reflexivamente aplicaré las actitudes mentales y habilidades cognitivas integradoras del éxito académico y científico.
Resulta probable y recomendable que tome algunos cursos extras para manejar soportes lógicos que me permitan redondear mi formación en el uso de tecnologías de la información y la comunicación. Esto será así por la necesidad de manejar óptimamente las herramientas tecnológicas y aprovecharlas para construir una red de apoyo y trabajo cooperativo en el espacio virtual.
La red me resultará fundamental para construir aprendizajes significativos y para elaborar documentos de alto valor para el desempeño académico. Sus comentarios, consejos, recomendaciones bibliográficas e incluso, labras de aliento, serán referentes importantes para el logro de los objetivos.
Siento que estoy en un proceso de crecimiento interno muy importante para mi carácter, aprecio que en este momento puedo hacer, cumplir y proponer asuntos académicos seguramente; inmerso en un estado emocional e intelectual que me hace desenvolverme protegidamente para superar obstáculos y enfrentar con valentía y decisión lo que venga.
Estoy en un buen momento para lograr objetivos académicos, trabajando desde la serenidad de quien ve una oportunidad de darle integralidad a mi formación, de por sí ecléctica, que ha recogido un poco de todas partes y que desde luego se hará necesario profundizar en algunos aspectos teóricos con fines de acreditación. Estoy empeñado en conseguir lo que me he propuesto al ingresar a la maestría.
Escribí estas reflexiones desde el “yo”, desde la primera persona del singular, desde mi experiencia, desde mi ego intelectual y desde lo profundo de mi subconsciente, al menos, lo que me es posible explicar en palabras.
Voy a superar los retos sobre la base de mis logros.
Inicié este reencuentro con la academia teniendo tiempo, recursos, experiencia profesional, gusto por la tecnología y los libros, así como deseos de comparar mis habilidades con las exigencias de un programa académico de maestría. Reencontrarme con el estudio sistemático me ha resultado placentero emocionalmente y hasta ahora no he encontrado retos explícitos que pudieran poner en peligro mi decisión de conseguir el grado académico.
Acabé con el mito personal –tal vez por ello muy íntimo y propio- de que sabía mucho sobre procesadores de texto y búsqueda en Internet. Las lecciones me han servido para asumir una actitud más humilde para evaluar mis niveles objetivos de conocimientos y habilidades.
Siempre he creído que soy creativo en la escritura y que tengo un nivel aceptable en términos de redacción. Escribía sin guión, sin esquemas, sin un plan previo. Con las enseñanzas del Propedéutico me he dado cuenta que puedo potenciar mis capacidades de redactor aplicando algunas herramientas de planeación de un escrito a través de los bocetos de un escrito.
Nunca hice una tesis o tesina. La primera vez, me gradué con un Informe Recepcional y la segunda ocasión, además del promedio general superior a nueve durante la carrera, presenté una recopilación de ensayos para obtener la licencia de economista. Un par de veces participé en certámenes de ensayo y trabajos de investigación, en ambos fracasé, ahora descubrí por qué. Tenía instinto y ganas de escribir, pero carecía entonces de auténticos parámetros metodológicos para darle la trascendencia académica a mis textos. Hoy sé que es necesario seguir algunas normas, lineamientos que asimilé del análisis del texto académico y a través de los cuales comprendo cuál es la importancia de marcos teóricos y referenciales, la trascendencia de la intertextualidad, la forma de plantear los problemas y las aristas para escribir con el fin de lograr excelencia académica.
Mirando hacia el horizonte de los próximos dos años visualizo retos muy claros, esto son: cubrir los créditos de la maestría y simultáneamente iniciar mi investigación para configurar el trabajo que habrá de coronar el esfuerzo y los logros que nos impone el programa del CECTE.
En la parte emocional requeriré de mantener motivadamente mi interés en el curso y comportarme investigadoramente en la elaboración de mis ensayos, en especial, el que constituirá la evidencia que da cuenta del nivel exigido al maestro.
Memorísticamente, habré de mantener en el plano consciente las cualidades que definen al buen pensador crítico y al pensador fuerte y justo; asimismo, reflexivamente aplicaré las actitudes mentales y habilidades cognitivas integradoras del éxito académico y científico.
Resulta probable y recomendable que tome algunos cursos extras para manejar soportes lógicos que me permitan redondear mi formación en el uso de tecnologías de la información y la comunicación. Esto será así por la necesidad de manejar óptimamente las herramientas tecnológicas y aprovecharlas para construir una red de apoyo y trabajo cooperativo en el espacio virtual.
La red me resultará fundamental para construir aprendizajes significativos y para elaborar documentos de alto valor para el desempeño académico. Sus comentarios, consejos, recomendaciones bibliográficas e incluso, labras de aliento, serán referentes importantes para el logro de los objetivos.
Siento que estoy en un proceso de crecimiento interno muy importante para mi carácter, aprecio que en este momento puedo hacer, cumplir y proponer asuntos académicos seguramente; inmerso en un estado emocional e intelectual que me hace desenvolverme protegidamente para superar obstáculos y enfrentar con valentía y decisión lo que venga.
Estoy en un buen momento para lograr objetivos académicos, trabajando desde la serenidad de quien ve una oportunidad de darle integralidad a mi formación, de por sí ecléctica, que ha recogido un poco de todas partes y que desde luego se hará necesario profundizar en algunos aspectos teóricos con fines de acreditación. Estoy empeñado en conseguir lo que me he propuesto al ingresar a la maestría.
Escribí estas reflexiones desde el “yo”, desde la primera persona del singular, desde mi experiencia, desde mi ego intelectual y desde lo profundo de mi subconsciente, al menos, lo que me es posible explicar en palabras.
Voy a superar los retos sobre la base de mis logros.
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